La colonia “16 de Octubre” (*)

 

Por Carlos Dante Ferrari

 

    Todos recordamos aquella gira épica que cumplió el gobernador Fontana al frente de la Compañía de Rifleros. Habían partido desde Rawson el 14 de octubre de 1885 y llegaron a la cordillera el 25 de noviembre de ese mismo año. Allí quedaron maravillados por el paisaje y la vegetación, y comprendieron que el sitio era ideal para asentar otra colonia.

 

    Así es como, tiempo más tarde, nace la Colonia “16 de Octubre”. ¿Por qué ese nombre? Ya lo veremos.

 

    Al regreso de la expedición de los rifleros, el gobernador Fontana decidió solicitar autorización al Gobierno Nacional para proceder a la ocupación de las comarcas cordilleranas. El Presidente Roca accedió al pedido y, hacia fines de 1887, los colonos galeses realizaron una reunión pública en la que se convino que un grupo abonaría la suma de $ 30 mensuales a cada uno de los hombres que estuvieran dispuestos a acompañar a Fontana en su segundo viaje de reconocimiento. Hubo otras contribuciones económicas y, además, se unieron nuevos y entusiastas participantes.

 

    Tras los preparativos finalmente partió la nueva caravana, encabezada en este segundo viaje por John Murray Thomas y el baqueano John Daniel Evans, aquel que fuera el único sobreviviente del episodio trágico en Valle de los Mártires a comienzos de marzo de 1884. Iban 10 vagonetas tiradas a caballo que marcaron la huella para viajes futuros. Tardaron dos meses en llegar.

 

    El gobierno central había autorizado a que se entregaran 50 leguas a las 50 familias que fueron seleccionadas para el primer asentamiento, aunque no todos ellos llegaron a ocuparlas.

 

   Los hombres que arribaron a la cordillera en 1888, construyeron durante el invierno un edificio grande, destinado a albergar a los que llegarían en el primer contingente. Sin embargo, por obra de la fatalidad, la construcción se incendió y quedó totalmente destruida.

 

    Entre 1890 y 1894 fueron estableciéndose en la nueva colonia los diversos pobladores que venían desde el valle, que para 1894 sumaban ya alrededor de 100 habitantes. A partir de entonces el aumento de población fue más rápido, y hacia fines de 1895, los habitantes alcanzaron el número de 298, contando los radicados en Río Corintos, el Boquete del Nahuel Pan y zonas circundantes. La mayoría eran galeses, pero cerca de un 40% eran familias de origen chileno.

 

    A pesar de que la obtención de los títulos de propiedad demoró hasta comienzos del siglo XX, la Colonia 16 de Octubre siguió creciendo sin cesar, con el aporte de nuevas familias del valle inferior del río Chubut que se iban radicando en la comarca andina año tras año. Se instalaron algunos molinos harineros, y la cría de ganado fue mejorada poco a poco por la introducción de animales de pedigree.

 

    En cuanto al nombre que lleva la colonia —“16 de Octubre”— le fue dado por iniciativa del gobernador Fontana en tributo a que, en esa misma fecha del año 1884, se había sancionado la Ley 1532 de Territorios Nacionales.  Esta colonia, como bien sabemos, vino a ser uno de los pilares de nuestra soberanía nacional sobre esos maravillosos territorios, cuando la Comisión de Límites, dirigida por el árbitro británico Thomas Holdich, convocó a los pobladores para consultarles sus deseos de pertenecer a territorio argentino o chileno, hecho ocurrido el 30 de abril de 1902 en la Escuela Nacional N° 18 de Río Corintos.

 

    En una era tecnológica en la que todos los rincones de la Tierra parecen haber sido recorridos palmo a palmo, es probable que el hombre de hoy no encuentre ya casi ningún sitio nuevo por visitar. A fines del siglo XIX, en cambio, los exploradores todavía podían salir al encuentro de parajes ignotos y vivir la emocionante aventura del descubrimiento. Es muy excitante leer las descripciones de esos momentos tan intensos. Veamos aquí algunos párrafos intercalados de lo que vio y sintió Luis Jorge Fontana cuando sus ojos contemplaron por primera vez esa comarca andina:

 

    “(…) A las 11 del día 22 de noviembre nos encontrábamos al pie de una loma; impidiéndonos su elevación descubrir con la vista lo que había a nuestro frente (…) (…) La ascensión duró una hora y, a llegar a la cima, un grito lanzado espontáneamente por cada uno de los expedicionarios reveló nuestro asombro,  causado por el espectáculo sorprendente que hirió de súbito nuestra vista (…) (…) Vimos una gran laguna con juncos, en donde revoloteaban centenares de gaviotas (…) (…) varios cisnes nadando y en la playa, una bandada de flamencos que ofrecían a la luz el soberbio matiz de su rosado plumaje (…)

 

    “(…) levantando la vista, se descubría una espléndida región donde alternaban praderas cubiertas de verdor, bosques y arroyos correntosos (…) Las manchas oscuras que habíamos observado el día anterior, las veíamos convertidas en frondosos bosques, y las fajas verde-oscuro y blancas que bajan serpenteando desde la cima de las cumbres nevadas, eran arroyos cristalinos festoneados de árboles que le dan sombra y, escalonados, acompañan a la corriente sonora de sus aguas, perfumándola con el aroma de sus flores (…) (…) Descendemos al llano y (…) todo cobra mayor prestigio: (…) la tierra (…) es tan fresca, tan suelta y rica en materias fecundantes, que parece que el arado la hubiese surcado recientemente (…) y sustenta con prodigalidad una verde alfombra de variadas plantas forrajeras que llegan hasta el pecho de los caballos (…) (…) causa verdadera sorpresa encontrar sembrados inmensos de frutillas (…) flores exquisitas por todos lados (…) (…) “Estábamos, pues, en las montañas de la precordillera, cuyos picos nevados habíamos visto días atrás desde la Gruta de las Lechuzas” (…)

 

    Nuestro primer gobernador Luis Jorge Fontana: científico, militar, explorador. Hombre de a caballo, preparado y siempre bien dispuesto. Él fue señalado por el Destino para ponerse al frente de un grupo de colonos galeses y salir al encuentro de nuevos territorios para la Patria: y a todos ellos les debemos la existencia de nuestra hermosa colonia “16 de Octubre”.

 

 

(*) Este artículo integró una serie de notas efectuadas por el autor para un ciclo radial emitido por LU20, Radio Chubut, entre febrero y julio de 2015, con motivo del Sesquicentenario de la llegada al Golfo Nuevo del primer contingente de inmigrantes galeses en el Chubut, en julio de 1865.

 

 

Blanca Juliana Mangini

Redacción

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