Los 126 años del obelisco a Cristobal Colón
Por Patrimonio Histórico y Cultural de Gaiman
El 5 de mayo de 1893 se inauguró en la plaza Julio A. Roca de Gaiman un obelisco construido en piedra del lugar representando una pirámide de 4 caras de mármol blanco. Cada una de estas caras ostenta inscripciones alusivas al célebre navegante genovés aunque escrito en cuatro idiomas diferentes: italiano al este, galés al sur, inglés al oeste y castellano al norte. Las mismas revelan las circunstancias de su erección qué fue el cuarto centenario del Descubrimiento de América, momento en que los monumentos a Cristóbal Colón florecieron a ambos lados del Atlántico.
Según Glyn Ceiriog Hughes, la inicitiva de levantar este monumento es atribuible a Thomas Benbow Phillips y a Francesco Pietrobelli, ambos integrantes de una comisión formada por 9 miembros, tres galeses, tres argentinos y tres italianos reunidos para elaborar un programa de actos alusivos a este IV Centenario.
Los representantes de todas las localidades se reunieron en Rawson y celebraron con gran fervor aquel 12 de octubre de 1892. En su entusiasmo patriótico en Ingeniero Pietrobelli concibió la idea de que alguna obra pública perpetuase en Chubut la memoria del navegante. Así fue que un grupo de vecinos solicitó el permiso mediante una nota dirigida al Consejo Comunal para colocar una lápida conmemorativa del cuarto centenario del descubrimiento. El municipio respondió afirmativamente, dispuso de 20 pesos y puso al servicio un secretario para que ayudase en la ejecución de la obra. Recibieron algunas donaciones de materiales, un aporte oficial del Presidente Julio A. Roca y recaudaciones de algunos conciertos realizados para tal fin.
Las fuentes disponibles no indican quien decidió que el monumento debía ser un obelisco pero sí que se le pidió al señor Henry Bowman que realizara el plano y lo construyera.
Henry Edward Bowman, nacido en Plymouth, Inglaterra, en 1865, llegó al valle del Chubut en 1890, empleándose por un corto período en la Compañía del recientemente inaugurado Chubut Central Railway. Si bien Bowman fue mayormente conocido por su obra como fotógrafo, en los primeros años, su principal fuente de sustento provino de su desempeño como marmolero, oficio que había aprendido desde muy joven en Inglaterra. Desarrollada con algunas discontinuidades entre 1890 y 1910, la actividad de Bowman se concentró casi exclusivamente en el tallado de lápidas mortuorias. Fue el primero en dedicarse a ese oficio en el valle del Chubut y por ello no sorprende que la comisión del cuarto centenario le haya encargado la construcción del monumento.
El lugar elegido poco tenia de plaza por aquellos años y la inauguración del obelisco puede considerarse como su hito fundacional, especialmente si se tiene en cuenta que, en este mismo acto de inauguración, se bautizó a la plaza con el nombre de Bod Iwan. Aquel 5 de mayo de 1893 fue una gran fiesta, en la que se sirvió te, se encendieron fogatas en las lomas por la noche y se cerró el programa con un concierto coral musical.
Una de las particularidades de la pirámide de Gaiman es que su construcción no formó parte del proyecto de la plaza ya que, en aquel tiempo, esta no estaba dentro de las expectativas del Consejo.
Registros fotográficos de fines del siglo XIX y comienzos del XX dan cuenta del obelisco dentro de un espacio indeterminado que se asimilaba a las tierras rurales circundantes. Además del retrato tomado el día de su inauguración, uno de los testimonios gráficos más tempranos son dos fotografías tomadas por el fotógrafo Carlos Foresti alrededor del año 1898. En una de ellas se retrató a tres jóvenes junto al monumento donde se puede ver que la plaza no estaba determinada como tal. La otra fotografía de Foresti muestra la ubicación descentrada del obelisco, ya que se ubica más cerca del lado norte de la plaza y próximo al canal de riego.
Será poco antes de 1910 que la plaza experimentó una transformación a partir de la adopción de un esquema centralizado bajo el modelo de clásica plaza cívica. Se alambró y unos años después, se plantaron árboles y se cercó con tamariscos. En la década de 1930 se construyeron canteros y se colocaron bancos y luminarias en el ala Norte y se reservó un espacio para el Edificio Municipal. Una de las principales consecuencias de la adopción de este esquema centralizado fue la reubicación del obelisco en el centro de la plaza y su reconstrucción sobre un nuevo pedestal de tres escalones con el que se protegía su base y se realzaba su aspecto.