Enrique Moon completa una cabalgata desde Camarones hasta Gaiman
El vecino de Gaiman, Enrique Moon, culminó este lunes una extraordinaria cabalgata de una semana desde Camarones, cubriendo unos 200 kilómetros junto a su perra «Pilcha» y siendo recibido en su tierra natal con un cálido asado. La travesía, motivada por su amor por los caballos y el deseo de enfrentar un reto personal, fue una experiencia que, según Don Enrique, quedará para toda la vida.
Un desafío personal con compañía inesperada
La cabalgata de Enrique, en sus propias palabras, nació como «un reto personal,» pues nunca antes había recorrido tantos kilómetros a caballo. A pesar de planear el viaje solo, fue acompañado por Isaac Romero, también de Gaiman, y por su fiel compañera, la perra «Pilcha,» quien compartió cada tramo del recorrido. A lo largo del camino, ambos disfrutaron de momentos de camaradería, descanso y conversaciones profundas mientras cuidaban de los caballos y compartían rondas de mate y asados con las personas que encontraban en cada parada.
Los desafíos de la cabalgata a Gaiman
La travesía no estuvo exenta de desafíos, pero Moon destaca que esos momentos hicieron que la experiencia fuera aún más enriquecedora. Cada día recorrían entre 40 y 45 kilómetros, manteniendo un ritmo constante pero sin apresurarse ni castigar a los caballos, siempre al trote. Enrique recuerda con gratitud el apoyo de la gente de los campos que cruzaron, quienes no solo les ofrecieron hospitalidad, sino que también mostraron un genuino interés por su viaje y los cuidaron a él y a su caballo.
“La paciencia y la resistencia fueron fundamentales en esta travesía”, comentó Moon. “Pero el reconocimiento y el cariño de la gente, las amistades forjadas y los paisajes indescriptibles lo hicieron inolvidable. Desde el caballo, uno disfruta el paisaje de una manera única, algo que en un auto pasa demasiado rápido”, añadió.
Agradecimientos especiales
Moon aprovechó para agradecer el apoyo de su hermano y de la familia de Isaac Romero, quienes colaboraron en distintas etapas de la cabalgata, ayudándolos a cumplir el objetivo. También expresó su gratitud hacia Zulima Schupbach, a quien cariñosamente llama «Zully» o «Zulita», la fotógrafa que lo acompañó y brindó apoyo en cada parada, inmortalizando cada momento del viaje. “No me la dejes de agradecer, se bancó todo el viaje y siempre estuvo presente,” añadió Moon con afecto.
Llegada a Gaiman y recibimiento en comunidad
La emoción de llegar a Gaiman fue indescriptible para Enrique. Al ver las chacras y el paisaje familiar en la bajada de la ruta, supo que todo el esfuerzo había valido la pena. A su llegada al predio de Iriani, fue recibido con un asado organizado por amigos y familiares, un gesto que Moon describió como “muy especial y emocionante.» Además, la jornada continuó con partidos de polo, lo que redondeó el final perfecto para una aventura memorable.
Reflexiones y consejos para futuros aventureros
Para aquellos interesados en realizar una cabalgata similar, Enrique Moon recomienda mucha paciencia y estar preparados para un desafío físico y emocional. “Es una experiencia que requiere dedicación, pero las recompensas en paisajes, amistades y momentos compartidos son únicas. Es un viaje que se disfruta mucho y que queda guardado para toda la vida,” comentó.
Enrique ya piensa en repetir la travesía el próximo año, quizás explorando nuevas rutas y sumando a más interesados en unirse a la aventura. Como expresó en su mensaje final, “la idea es seguir sumando kilómetros y disfrutando de esta experiencia tan enriquecedora.”
*Fotos: Zulima Schupbach.
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