La historia de Margarita Marras

La vecina del barrio Villa Elisa de Gaiman nos relata a través de El Valle Online sus vivencias, el amor y la familia.

“Me llamo Margarita por mi abuela. Nací en el hospital Durán. Soy porteña de nacimiento pero Patagónica” afirma la vecina Antonia Margarita Marras del barrio Villa Elisa de #Gaiman.

Los padres se conocieron en el pueblo de #Cerdeña en #Italia. En septiembre de 1931 se casaron y en octubre viajaron a #Argentina.

“Mi abuelo Ángelo, mi papá, mis tíos Juan (papa de Horacio y Carlos) y Antonio eran todos peluqueros” relata sobre el oficio que su familia realizaba en un local ubicado en avenida Eugenio Tello al 200.

“Pero el que vino antes fue mi tío y le dijo a mi papá que estudie peluquería de mujeres porque acá no había. Entonces se quedó un año en Villa Crespo para estudiar en una academia” relata.

Era el año 1932 y con 6 meses de edad Margarita llegó al sur y vivió en el barrio del colegio Camwy. Eran tiempos difíciles. Murió su hermana Franchesca a los 8 meses y su hermano Ítalo a los 2 años.

La primaria la cursó en la escuela ex 34. La mamá de Eluned Roberts fue su primera maestra. “Mis compañeros que todavía están vivos son Federico Smith y Elena Jarme” enfatiza con gran lucidez.

El amor

“Un día estaba con una amiga y pasó un caballero a caballo con una campera de gamuza y dije: ¡Pero qué bueno que está!” recordó Margarita Marras que en ese momento tenía 16 años.

El joven era Oscar Pugh de la zona rural de Bryn Gwyn. Él tenía 25.

“Estuvimos de novio 9 años. Pero recién después de los 21 me dieron permiso para que venga a la casa. Esto fue hace 80 años. Era otra época. Mandaban los padres, no los hijos” reconoce.

Margarita y Oscar se casaron en 1958. El salón del club Argentinos del Sur todavía no tenía techo y le pusieron una lona.

La familia

La casa a estrenar de la familia Pugh Marras aún hoy está en barrio Villa Elisa de Gaiman.

“En esos años había una sola casa. Mi vecina Cándida veía desde su patio mis pavas de aluminio que fregaba y ponía al sol” recordó Margarita.

Mientras Oscar en la zona rural de Bryn Gwyn se dedicaba al trabajo de chacarero y luego se compró su primer camión Volvo, la joven Margarita se dedicaba a criar hijos siendo que en 5 años tuvo a Javier (59), Betina (58) Marina (57), Silvina (56) y 10 años después Christian (46).

Hoy con 86 años y entre risas reconoce que “en realidad queríamos tener 6 pero después ya estaba podrida”.

“Tuve la olla de hervir los pañales 5 años acá en la estufa” y las bombachas de goma “eran de un papel muy finito y a veces se rompían. Eran otras épocas” resaltó.

Y nuevamente entre risas añade: “Javier era colorado y ahora es pelado”.

En el año 1994 Margarita volvió a su Italia natal. “Estuve nuevamente en Cerdeña, el paraíso, la isla. La fui a buscar a mi mamá. Los nietos le habían regalado el pasaje porque no había vuelto por 60 años” destaca. Ese viaje significó 4 años en Europa.

Hoy Margarita Marras sigue viviendo en la misma casa de Gaiman donde fregaba las pavas de aluminio, en el lugar donde crió a sus 5 hijos y ahora comparte unos mates con sus 14 nietos y por estos días, disfruta de la pequeña Margarita que suma 9 biznietos.